El arte y las aptitudes para comprenderlo se confeccionan en el mismo taller.
Geertz, Clifford (1994): Conocimiento local. Ensayo sobre la interpretación de las Culturas.
COMENTARIO DE TEXTO
El autor nos sitúa, mediante el análisis de determinadas manifestaciones artísticas y la opinión de artistas de reconocido prestigio, en el argumento principal del texto: la estrecha e imprecisa visión del arte que proporciona el modelo occidental dominante que lo estudia (el estructuralismo y las variedades de semiótica que siguen este modelo), que se limita a entender que el debate técnico sobre el arte (…) es suficiente para la comprensión de éste; que el secreto del poder estético está localizado en las relaciones formales entre los sonidos, imágenes, volúmenes, temas o gestos.
Como oposición a este modelo excluyente y reduccionista, el autor propone ampliar el estudio del arte a otras formas de reflexión, cuyos términos y concepciones derivan de sus contenidos culturales, situándolo dentro de las restantes formas de actividad social para dar al objeto una significación cultural, sin la cual no puede ser comprendido.
Para ilustrar esta posición, el autor utiliza dos ejemplos de manifestaciones artísticas: la escultura yoruba y las pinturas de los abelam (ambas culturas primitivas), de los que podemos resaltar las siguientes conclusiones, que el autor justifica perfectamente a lo largo del texto:
- La intención del artista se origina de una sensibilidad característica en cuya formación participa el conjunto de la vida.
- Estudiar una forma de arte significa explorar una sensibilidad, que una sensibilidad semejante es esencialmente una formación colectiva y que los fundamentos de esa formación son tan amplios y profundos como la existencia social. Este enfoque nos aleja de la idea de que el poder estético sea una enfatización de los placeres de la técnica artística y de la idea funcionalista de que las obras de arte son mecanismos complejos para definir las relaciones, sostener las normas y fortalecer los valores sociales. La conexión fundamental entre el arte y la vida colectiva no reside en semejante plano instrumental, sino en un plano semiótico: materializan un modo de experiencia y subrayan una actitud particular ante el mundo de los objetos, para que los hombres puedan así escudriñar en él. P yoruba
- La unidad de forma y contenido es, allí donde se produce y en el grado en que se produce, un acto cultural, y no una tautología filosófica. Si ha de existir una ciencia semiótica del arte, será ese acto (el acto cultural) el que habremos de explicar. Y para hacerlo, tendremos que prestar mayor atención de la que con frecuencia concedemos a tipos de reflexión que no suelen considerarse estéticos.
Para hacer extensiva la validez de estas conclusiones al arte de las culturas desarrolladas (ante las argumentaciones que limitan dicha validez a las culturas “ágrafas” primitivas) el autor nos ilustra con dos nuevos ejemplos, esta vez de dos sociedades alfabetizadas y notablemente distintas: la pintura del Quattrocento y la poesía islámica.
Creo que no es necesario aquí entrar en las características particulares de cada una de estas expresiones artísticas, sino extraer lo que tienen común (entre sí y con los anteriores ejemplos de culturas primitivas), que es, en última instancia, la intención de la detenida exposición que realiza Geertz.
- La capacidad, tan variable entre pueblos como entre individuos, para percibir el significado de las pinturas (…) es, como todas las restantes capacidades humanas, un producto de la experiencia colectiva que la trasciende ampliamente y donde lo verdaderamente extraño sería concebirla como si fuese previa a esta experiencia. A partir de la participación en el sistema general de las formas simbólicas que llamamos cultura es posible la participación en el sistema particular que llamamos arte, el cual no es de hecho sino un sector de ésta. Por lo tanto, una teoría del arte es al mismo tiempo una teoría de la cultura, y no una empresa autónoma. Y si debe se una teoría semiótica del arte la que trace la vida de los signos en sociedad, no podrá hacerlo mediante un mundo inventado de dualidades, transformaciones, paralelismos y equivalencias.
- En tanto habla, o más exactamente en tanto acto del habla, la poesía (islámica) se halla situada entre los imperativos divinos del Corán y el ir y venir retórico de la vida diaria, y es esa posición la que le confiere su estatus incierto y su extraña fuerza. (…) El poeta oral marroquí habita una región entre dos mundos, entre las palabras de Dios y la lucha entre los hombres. Y si eso no se entiende, difícilmente podremos comprenderle a él o a su poesía, por muchos descubrimientos de estructuras latentes o análisis gramaticales de formas poéticas que podamos hacer.
Como consecuencia de todo lo expuesto, es ahora cuando Geertz explicita y define su idea, latente en todo el texto (aplicable a toda manifestación artística):
-El sentido de la belleza, o como quiera llamarse a cualquier capacidad para responder para responder con inteligencia ante cualquier producto artístico no es menos un artefacto cultural que los objetos y mecanismos inventados para conmover dicho sentido. El artista trabaja con las capacidades de su audiencia, esto es, con su comprensión. Y aunque ciertos elementos son innatos, éstos se hallan introducidos en la existencia real mediante la experiencia de vivir en medio de ciertos tipos de cosas que hemos de considerar, escuchar y manipular, sobre las que debemos reaccionar (…) El arte y las aptitudes para comprenderlo se confeccionan en el mismo taller.
-Si existe un punto en común (entre el arte de las diferentes culturas), reside en el hecho de que parece que ciertas actividades están específicamente diseñadas en todas partes para demostrar que las ideas son visibles, audibles y (…) tangibles, que pueden ser proyectadas en formas donde los sentidos y, a través de los sentidos, las emociones, puedan explicarse reflexivamente (Carlos: esto podría ser una cuestión para reflexionar sobre la esencia de la obra de arte). La variedad de expresiones artísticas proviene de la variedad de las concepciones que los hombres tienen del modo en que son las cosas, pues se trata, en efecto, de una misma variedad.
-Para lograr que la semiótica tenga un uso eficaz en el estudio del arte, debe renunciar a una concepción de los signos como medios de comunicación, como un código que ha de ser descifrado, para proponer una concepción de éstos como modos de pensamiento, como un idioma que ha de ser interpretado (Carlos: ahora entiendo mejor por qué tú decías en clase que idioma o conjunto de idiomas se adecua mejor al concepto de arte).
He querido transcribir literalmente las frases de Geertz porque me parecen llenas de sentido y de múltiples contenidos.
Dado que ya estaba dentro de mis ideas previas el concepto de que el arte no puede comprenderse sin su contexto sociocultural, me sorprende del texto que las teorías “oficiales” del arte no le dieran la importancia que merece a esta cuestión que, al menos a día de hoy, parece bastante obvia (el texto tiene más de diez años; a lo largo del máster supongo que seguiremos hablando de teoría del arte).
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Joaquín, te paso un link de un artículo sobre Clifford Geertz. Me gustaría saber tu opinión: http://148.206.53.230/revistasuam/alteridades/include/getdoc.php?rev=alteridades&id=303&article=205&mode=pdf
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